Sabemos que el debate entre las definiciones de idioma, lenguaje y lengua es largo y para algunos hasta confuso.

Hasta los 33 años me di cuenta que tenia Dislalia (síndrome de pronunciación de fonemas) cuando salía de consulta con la terapeuta de lenguaje tras haber investigado en internet los trastornos del habla, casos como el mío, ya que creía que mi problema era la pronunciación correcta de la «erre» (rotacismo) y confirmar que no era la erre sino la pronunciación de la «t, d, b, g» junto con la «r».

Pero no me sorprendió que mi problema tuviese nombre, sino lo que me comento la terapeuta al final de su diagnóstico -¿como sobreviviste la secundaria, preparatoria y la universidad? – y fue el instante donde se vinieron todos los recuerdos de burla que pase desde la primaria hasta las condiciones de mi actual trabajo, cuando alguien se percataba que hablaba chistoso, diferente o que mi pronunciación no era la adecuada y me lo hacían saber en tonos, comentarios, chistes que me hacían sentir incómodo. Le conteste a la terapeuta – me adapte – y no fue a la burla y lidiar con ella, sino a la sustitución de palabras que sabía que no podía pronunciar correctamente y cambiarlas por sinónimos, algunas de ellas como perro por canino, tres por tercero, trabajo por labor, y así una lista donde se encontraban palabras con la letra «r» o «rr».

La terapeuta me dio estadísticas y casos similares que denotaban que la mayoría de las personas en mi situación se excluían, tienen cierta depresión, abandono de estudios y que era muy afortunado de haber salido adelante.

La Dislalia que yo tenía no era un problema mecánico ocasionado por un paladar hundido, falta de movimiento de la lengua o manejo de aire, sino que de niño me acostumbre a escuchar así a mi madre y parte de mi familia. La mayoría hablamos o pronunciamos como lo hacen nuestros padres ya que son los que nos enseñan los primeros sonidos y palabras cuando aprendemos a hablar.

Esto es de lo más normal y no es una regla ya que durante los primeros años de vida vamos teniendo experiencias con mucha gente y adoptamos pronunciaciones o sonidos de nuestro contexto. Actualmente coordinó y dirijo locutores publicitarios, imparto talleres de voz y Locución y si…también hago locución comercial.

Sigo teniendo dificultades con mi Dislalia, pero practicando, ejercitando y escuchándo… mi pronunciación mejora. Mi nombre Horacio Garay y dirijo en Ronin Locutores.

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